La lectura (también) es un accesorio. El debate sobre si se lee o no parece que ya está superado, pues a todas luces podemos ver que sí se lee mucho en México, pero publicaciones sobre espectáculos, extensiones de películas, de series (cc. Dr. House) y sobre autoayuda.
Por eso revisé unas cuantas realidades sobre la lectura en la Ciudad de México que me parecen un tanto recientes y traté de, como siempre, darles algo-de-sentido.
Reality check 1: Si eres de la UNAM y caminas por tu facultad, prepa o CCH con un libro viejo de “Sepan Cuantos…” o del FCE en mano, eres un tipo normal, aplicado y buen estudiante (en el plano ideal).
Reality check 2: Si eres de una universidad patito o de paga (onda el Werevertumorro) y caminas con tus libros de Anagrama, Acantilado o de la editorial que sea con pastas duras y exclusivas, te da caché.
Reflexión 1: La posesión del libro caro no asegura el conocimiento (aunque muchas veces, ni del libro caro ni del barato). Pensemos que hoy en día tener libros también sirve de accesorio de moda para verte intelectual o para dar una imagen falsa (onda Facebook, acá engañosa: construida). Y si no me creen topen a este vato:
Reflexión 2: La lectura se ha redimensionado. Ya no sólo es un instrumento de aprehensión de realidades, de una exploración del mundo por medio de las letras, sino que ahora ya es algo que está nice y que si la cubierta del libro combina con el sombrero tipo García Lorca, el trapo que se usa en el pecho como las Marías del metro y el boleto de la Cineteca, está mejor.
¿Qué pasa cuando la lectura es más una moda que otra cosa? No se lee bien. Primero, porque no hay un interés genuino de leer algo que alimente el alma, sino de leer al autor de moda (Haruki Murakami, Milan Kundera) que da para quedar bien en la fiesta de Sicario o en la del Pasaje América (o ya de perdida en los bares de Copilco).
Monsiváis dice que las personas nos multiplicamos al leer. ¿Estos desdoblamientos suceden con estos pseudo-lectores? Quizá sí, quizá no. Lo que tiene algo de sentido es que si leen es para socializar más que para aprender y llevarse algo a su corazón o a su inteligencia aunque no dudo que suceda.
Para terminar les dejo dos imágenes para que les den interpretación abierta: que conste que yo no dije nada malo sobre los hipsters (sea lo que ellos sean).
[En el texto “Elogio (innecesario) de los libros” de Carlos Monsiváis, se plantean los modos de lectura de los políticos y los jóvenes. En esa misma lógica trato de observar los modos de lectura de los hipsters. De esto mismo discurso saco las ideas mencionadas del siempre famoso "Monsi".]
¿Y si camino por la UNAM con mis libritos coloridos de Anagrama?
ResponderEliminarBuenas observaciones, conocer la trayectoria de cineastas suecos es dentro de ciertos círculos lo que en otros significa traer coche del año. Pero si esas maneras de socialización ('¿cuál es tu libro favorito de Murakami?') sirven para acercar a las personas con la literatura, creo que tiene algo de rescatable. En el peor de los casos hacen una mala lectura, pero también sucede que despierta un verdadero interés en ellos y les sirve como un primer acercamiento a las letras...
Tu texto provocador, pero no de la forma padre. Es más bien efectista. Creo que tienes razón en señalar el hecho de que incluso la lectura se haya convertido en algo trendy. Pero también pienso que el acento no está tanto en los productos sino en qué está haciendo la gente con ellos. Lo que señales es, pienso, un gran juicio de valor. He leído a Murakami y me encanta, también a Kundera, me gustan muchas de las cosas que publica Anagrama (aunque Acantilado es caro para mí todavía), tengo mis Ray Ban, leo en La Condesa, en el Centro, en el Metro... ¿Y? Recordemos la vieja pregunta que ustedes y yo sabemos: ¿quién define lo que es leer?
ResponderEliminarLo que pasa con los hipsters, y sólo con ellos, (y sin generalizar) es que quieren que sus lecturas los coloque en sus altos grupos sociales.
ResponderEliminarLos hipsters (no todos los que leen) tienen ciertas tendencias de lectura. Es posible hablar en general de ellos por su manera de expresarse en sociedad (respecto a la lectura), que se resume en lo que Monsivais llama “actitud distraída” (cito: “la incapacidad de concentrarse culturalmente por el abandono o el desconocimiento del pensamiento abstracto y de los referentes culturales”).
Chris, dime si no es cierto que personas identificables como hipsters leen con audífonos en el metro, con música en su casa, caminando, en una cafetería de Coyoacán (y cerca de la ventana para que los vean). Dime si no.
Sé que no es propio de los hipsters, pero ellos lo hacen y al leer de esta forma se evidencia mi idea en el post: leen, sobre todo, para socializar y para exhibirse en sociedad.
Quizá después venga lo que apunta Fabs (Mono Mayordomo): que se hagan lectores incansables, concentrados, genuinos, que se interesen en verdad por la lectura, pues.
*Si hablo de hipsters es por seguir un ejercicio que hizo Monsivais (en un discurso para el Congreso Nacional de Lectura en el 2004 donde se pregunta de qué forma leen los jóvenes, los políticos y los académicos, entre otras cosas) y no por querer descalificarlos. Como dije en el post: no sé si los hipsters en verdad tengan una retribución humana al leer, quizá sí, quizá no.
**Y, ¿quién define lo que es leer? Nadie, es algo totalmente subjetivo, pero sólo traté de atribuirle a la lectura de los hipsters su carácter socializador y sobre todo el punto de que leen para estar en onda.
***Debo decir que el carácter socializador no sólo pasa con los hipsters, sino con todos los lectores: ¿no existen círculos de lectura desde hace mucho tiempo?, ¿no se platica en los pasillos de la escuela o en el trabajo sobre algún libro o lectura?
Fabs, Chris: también he leído a Murakami y a Kundera y me gustan, me dan placeres únicos.
Querido, Lex: Tú y tu necedad por lo "hipter", te recuerdo que la lectura es un modo de socializar. Y sí, tu texto en "provocador" pero sin sorprender, lo que dices que ya todos sabemos de los hipster lo marca ¿quién? ¿tú? ¿yo? La observación es un buen método de abstracción; sin embargo, para dar sentido, se debe ir más allá.
ResponderEliminarQuerida Ara:
ResponderEliminarMi necedad por lo "hipster" es por que es algo que está sucediendo ahorita mismo y me interesa desentrañar el discurso social de este grupo/no-grupo.
Como ya dije en el post y como recuerdas tanto tú como Fabs, es que la lectura es una herramienta importante para socializar. Sí, en general, ¿pero con los hipsters? Eso es lo que trato de observar.
Mi intención no es sorprender a alguien con lo que escribo, sino aportar una chispitita de duda sobre lo que hoy pasa.
En resumen, lo que digo es que la lectura en este grupo social es utilizado, sobre todo, para dar una imagen ante los demás que no corresponde, muchas veces, con lo que son.
¿Esto ha pasado antes? Claro que sí y por muchos tipos de personas y de clases sociales, sin embargo, he notado que ahora los hipsters lo han adoptado y reproducido mucho.
Sobre el sentido ¿Y qué si los hipsters leen por construirse una imagen? Pasa muchas cosas. Como ya escribí, dije que los hipsters (que en su mayoría son jóvenes) hacen una lectura fragmentada y accidentada, lo cual no permite el ejercicio como tal de la lectura.
Este es un problema social. La lectura es la forma más eficaz y hermosa de aprehender sobre otras realidades. Si no hay una buena lectura (bien hecha, pues) las cosas no van a cambiar. Si no se lee bien, hay "cosas" que no llegarán: la diversidad, la revalorización de lo que tenemos, las ideas y la problematización de lo que nos rodea.
¿Qué pasa si no llegan estas "cosas" a las personas? Se reproducen sistemas, se devalúan los códigos que compartimos como sociedad, creamos una memoria lineal y sin dudas y más cosas tautistas (de tautismo: tautología/autismo, idea de Lucien Sfez).
En el post trato de no escribir todo esto porque trato de evitar el "intenseo".
La neta todo esto, el post, mis comentarios y todo lo que te digo son unas chaquetotas mentales, pero me entretengo mucho pensándolas y renovándolas con comentarios como este.
Hola,Alex.
ResponderEliminarLeí tu post, los comentarios y tus respuestas. Estoy de acuerdo con tu intención de la publicación. Me encuentro por definir el tema de mi futura tesis y el discurso de los hipster es uno de los temas que me interesan; buscando información fue que me topé con tu escrito.
Vivo en Guadalajara y acá sucede lo mismo, sólo que es tan curioso que hay una avenida sólo para ellos - Av. Chapultepc-. La gente "común" (como familias, adultos obedientes al sistema) no lo nota con facilidad pero los jóvenes miramos con un sentimiento extraño cómo los "hispter" se apoderan de esa bella Colonia Americana que parece adaptarse a ellos y no tanto ellos al espacio. Los locales y negocios que se encuentran por ahí, invitan a la vida hipster, atractiva, tentadora pero al final... un tanto hueca; los negocios que no son de ese tipo parecen invisibles.
Sí, estoy exponiendo mis juicios de valor, por la razón de que en momentos no sé si soy uno de ellos. Me esfuerzo por no serlo pero entonces, pienso, qué es un hispter y por qué sentir "desprecio" hacia su estilo de vida y porqué mi interés en deshacerlos cuando la humanidad aunque lo olvide solo pretende comulgar. y ¿por qué el no querer ser identificada como una hipster?
También pienso en la lectura, hábito que de niña cuidé, de adolescente descuidé y de joven intento retomar. En la universidad es cuando te topas más concientemente con todos esos "grandes" literatos, pensadores, filósofos que persuaden en llevarte a su mundo de fantasía y reflexión. Entonces intento entrar, y también intento volver al amor por la lectura (que actualmente es solo cariño) y los espacios hipster resultan cómodos en un inico aunque después de unos momentos te das cuenta que el mejor lugar es tu habitación.
y pues...ya. esas fueron las palabras que quise compartirte. Gracias por tu lectura